En el momento en que tenemos gestionar personas adquirimos la enorme responsabilidad de hacerles crecer profesional y personalmente. La personas que saben qué hacer, qué decir, cuándo y dónde obtienen mejores resultados de sus equipos que los que no «han estudiado» para gestionar personar.
En nuestro Programa entrenamos a los participantes en cómo realizar un adecuado seguimiento del rendimiento de cada individuo, qué decir, cuándo y qué esperar. Y sobre todo, les hacemos conscientes de qué no pueden hacer ni decir bajo ningún concepto. A veces, con esto último, ya sería más que suficiente.
Basta tener un mal día para echar por tierra todo un año de buen trabajo en la gestión del rendimiento y la motivación de una persona.
El líder debe "estudiar" y “esforzarse” para aprender a liderar personas, sobre todo cuando su propio desempeño depende del resultado extraordinario de su equipo directo.